viernes, junio 30, 2006

Innovación e Innovadores
Para tratar este tema quizás convenga precisar un poco la terminología ya que la misma suele prestarse a ciertas imprecisiones.
Empecemos por diferenciar “invento” de innovación o si lo prefiere “inventor” de innovador. Si bien son dos términos que en alguna ocasión suelen usarse como sinónimos, significan cosas diferentes.
Ni todos los inventores “innovan” (ya que el invento puede pasar desapercibido o nunca usarse), ni todos los innovadores “inventan”. El noventa por ciento de las innovaciones son una combinación de productos, conceptos o procedimientos ya existentes.
Un segundo hecho es que tendemos a vincular “innovación” con “mejora”. Sin embargo no siempre una innovación –por el hecho de ser tal- produce mejoras o beneficios. Para que esto ocurra se requiere que la misma cumpla al menos con algunos requisitos:
Debe abaratar el procedimiento o producto que pretende sustituir. Se entiende abaratar como una reducción de costos directa o bien un incremento en las prestaciones o utilidades al mismo precio anterior.
No debe causar efectos secundarios ni colaterales que importen perjuicios mayores a los del producto o procedimiento a sustituir.
El costo e impacto de introducirla -a nivel de procedimientos, entrenamiento de personal, cambios en el mercado, etc.- debe guardar proporción con los beneficios que trae aparejados.
En realidad muchas veces vemos el término de “innovación” definido por sus posibilidades económicas. Si es un cambio y produjo beneficios, fue una innovación –suele decirse-
Ahora bien, cuán innovadoras son las Editoriales de textos escolares cuando cambian los libros de texto?, muchas veces no lo hacen por mejoras particulares introducidas en el mismo sino simplemente por poder multiplicar las ventas obligando a descartar el viejo formato.
El mundo de la moda es una mera suma de “innovaciones” que no son tales. Obviamente el “rosa y azul” que se impone este verano y obliga a tirar millones de prendas en estupendo estado de conservación simplemente porque son azules, no es un ejemplo de mejora a favor de la humanidad justamente.
Y lo mismo cabe acotar en relación a la industria automovilística, la música y cientos de otras industrias basadas en “innovar”, sin producir otro beneficio al mundo que no sea el movimiento de sus propias bocas de venta.
Desde ya que aumentar las ventas de una compañía es un objetivo loable y si el mismo se consigue con cambios de tipo cosmético (al estilo de un nuevo modelo o un nuevo color), está muy bien que ello ocurra, e incluso que se lo llame “innovación” si se quiere.
Pero, para la presente nota, vamos a reservarnos el termino para aquellos cambios o mejoras en un producto o servicio que producen beneficios en un sentido evidente e incluso en algunos casos con independencia de sus resultados comerciales.
Hechas estas consideraciones preliminares analicemos algunos aspectos particulares.
Mito Número Uno: Todo es MEJORABLE
Mito Número Dos: Las empresas son innovadoras natas. Trabajan para mejorar. Están naturalmente preparadas para ello
FALSO (en la mayoría de los casos)
Mito Número Tres: Los innovadores son exitosos
Rara vez.
Mito Número Cuatro: Siempre hay dinero para las buenas ideas Rara vez
Mito Número Cinco: Los Programas de I+D (Investigación y Desarrollo) son la clave para la Innovación.
Parcialmente cierto y con énfasis en NO.
Mito Número Seis: La Innovación y la última tecnología van de la mano
Prácticamente NO.
Mito Número Siete: Los programas estatales son fundamentales para la innovación
Parcialmente cierto.
Mito Número Ocho: Sin imaginación no hay INNOVACIÓN
Parcialmente cierto.
¿Finalmente, cuál es entonces la clave de la innovación ?
FiLa innovación es un proceso que requiere vincular a la "gente" con determinadas "estructuras de apoyo".
Gente con un profundo deseo de progresar o hacerse rica y que tenga la convicción de que puede lograrlo y que por ello se mantiene expectante y a la búsqueda permanente de soluciones para los problemas.
Por otro lado se requiere de otra gente, pero esta, con las capacidades de interpretar ideas interesantes, apoyarles y darles forma. Esta categoría quizás es la que tenemos más ausente en la región.
Y por último se necesita o bien de un sector oficial abierto al apoyo de estas iniciativas, o bien una industria receptiva. Sin estos tampoco la innovación florece en productos, sistemas, procedimientos o cambios que enriquezcan a la sociedad.
Difícil de trasplantar, difícil de crear, difícil de lograr... sin embargo imprescindible como modo de aportar utilidades, tanto económicas como sociales.

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